Los preciosos osos pandas.

Simpático animal descubierto en 1869 que nos evoca tiernos sentimientos con su graciosa forma, con su peculiar mirada y su manto que bien parece sacado de una película de años remotos. Aunque distinto del panda menor o panda rojo, el panda gigante también es un hábil trepador como el anterior.

Este mamífero, Ailuropoda melanoleuca, pertenece a la familia de los osos( Ursidae) y se encuentra en el sudoeste de China y en los fríos y húmedos bosques de bambúes del este de Tíbet, albergando zonas de hasta 3500 m. de altitud.

Tiene un tamaño de 1 a 1,5 metros y pesa unos 140 kilogramos. Su dieta principal es el bambú pudiendo llegar a ingerir 13 kg durante 10-12 horas para poder saciarse. Al alimentarse también de bulbos, raíces, plantas( gencianas, lirios, azafrán…) huevos, insectos, aves, peces y de pequeños mamíferos…se le considera un animal omnívoro. Es curioso ver la posición con la que se alimentan pues parece que estén sentados, teniendo las patas traseras por delante.Dan una imagen de animales lentos, vagos y algo “poco espabilados”…pero en absoluto es así. Son animales de movimientos rápidos, precisos, certeros y/o mortales cuando de caza o defensa de sí mismo o de sus crías se refiere.


Alcanzan la madurez sexual entre los 4 y los 7 años. Se aparean en la primavera y la hembra después de 5 meses de gestación pare normalmente entre 1 y 2 oseznos, los cuales nacerán a finales del invierno. Las crías al nacer son todas blancas cogiendo el color negro típico en ellas más adelante. Los pandas tienen descendencia cada 2 años o más.
Son criaturas aunque pacíficas por naturaleza, también escurridizas, tímidas y solitarias… motivo por el cual es complicado su estudio. No hibernan. Algo que ha llamado la atención a la comunidad científica es su falso pulgar (en realidad se trata de un hueso sesamoideo) que forma una especie de “sexto dedo”. Esta modificación le permite manipular y agarrar con cierta destreza los tallos de bambú, capacidad de vital importancia en la supervivencia de este animal por ser este complemento el pilar básico de su dieta. Suelen vivir una media de entre 10 y 15 años en estado salvaje y alrededor de unos 30 años en cautiverio.